Sin duda alguna, los almacenes son una parte fundamental del largo camino que recorren los productos o servicios para lograr llegar a las manos de los clientes. No hay algún proceso que tenga mayor importancia que otro, puesto que cada uno aporta alguna actividad importante para lograr cumplir con el objetivo final que es brindar su promesa de servicio a los clientes, pero es preciso decir que los almacenes son definitivamente el corazón de cualquier compañía y el motor que permite a las empresas operar.
Actividades como el ingreso de mercancía, la gestión de inventarios, la selección de productos para las órdenes recibidas, el alistamiento de paquetes y salida eficiente de los mismos, son procesos fundamentales dentro de los amacenes y/o bodegas.
Es por ello, que si las empresas buscan aumentar sus ingresos, está claro que debe haber un aumento en ventas. Para llegar a ésto hay que visualizar el desarrollo y la optimización de su centro de operaciones más importante: las bodegas o espacios de almacenamiento.
Existe un modelo desarrollado por Zebra, el cual ayuda a los negocios a identificar en qué etapa de madurez se encuentra su almacén y cuáles son los pasos que deben seguir para avanzar al siguiente nivel.
Podrá descubrirlo a continuación:
Etapa 0: Empresas donde su mano de obra utiliza todavía papel y lápiz para sus operaciones.
Al estar en ésta fase, los empleados encargados de la toma de decisiones, seguramente tienen dudas sobre alguna necesaria inversión tecnológica. Lo que genera que haya desconexión de flujos de trabajo, diferencias en la información compartida entre colaboradores, brechas de visibilidad, puntos ciegos en el inventario, errores en los pedidos e incumplimiento en las órdenes, entre muchos otros. Cosas que se pudieran corregir fácilmente con una implementación adecuada de tecnología.Si desea ver un incremento en sus ventas y satisfacción en sus clientes, debe salir de esta fase lo más pronto posible.
Etapa 1: Negocios que ya decidieron emprender el camino hacia la modernización de sus almacenes y adquirieron la tecnología adecuada para mejorar la productividad individual de sus trabajadores.
En esta etapa se encuentran empleados de primera línea identificando mercancía, estanterías, paquetería, etc., con códigos de barras, ya sea 1D o 2D, y capturando información que se hace visible en tiempo real para una mayor trazabilidad de las operaciones.
Etapa 2: No se debe pensar que adoptando tecnología para los diferentes procesos dentro de la empresa, ya cuentan con un almacén o bodega moderna y flujos sin fricciones.
Deben pensar no solo en optimizar la productividad y eficiencia individual de sus colaboradores, sino también de todo su equipo de trabajo. Eliminando las brechas entre las diferentes operaciones unificarán la comunicación de sus equipos de trabajo para optimizar los flujos.
Etapa 3: La Tecnología RFID hace un par de años parecía algo lejano, pero hoy en día cada vez más empresas le están apostando a esta tecnología para eliminar por completo las brechas de visibilidad de sus operaciones.
Con utilización de dispositivos con lectores para esta tecnología, los negocios están alcanzando una eficiencia sin precedentes, reduciendo tiempos de operación, costos y recursos enfocados en tareas distintas a actividades que generen valor al cliente.
Etapa 4: A diferencia del paso anterios, las empresas ubicadas en esta etapa son las que logran una captura de datos masiva de forma orientada de una tarea específica.
En esta fase, gracias a la implementación de antenas RFID en diferentes puntos de los almacenes, los negocios pueden realmente expandir sus capacidades de trazabilidad de los procesos y de control de todo lo que sucede dentro de la bodega.
Etapa 5: Si bien en esta fase se encuentran las compañías más reconocidas a nivel mundial, no quiere decir que es exclusiva para grandes empresas.
Los negocios que se encuentran en este punto tienen todo su almacén digitalizado y automatizado.
Se debe tener en cuenta que es posible que una compañía se encuentre en dos o más etapas del modelo y no necesariamente en orden. Un ejemplo puede ser una empresa que tenga unos procesos optimizados con RFID y otros todavía con códigos de barras.
En IPS podemos asesorarlo en tecnología para que haya un acompañamiento en la identificación de los puntos que son realmente críticos para su operación y fijar un proyecto en conjunto que impulse al almacén a alcanzar su máxima eficiencia y productividad.